Quantcast
Channel: Ernesto Guerrero – El Nacional
Viewing all articles
Browse latest Browse all 199

Las propinas

$
0
0

Alguna vez te has sentido como si te pidieran propina en cada esquina? No estás solo. Desde los restaurantes, choferes, parqueadores, e incluso en las tiendas, las solicitudes de propina están apareciendo en los lugares más inesperados.

La ley que establece un 10% obligatorio por concepto de propina fue promulgada por Balaguer en 1960, pero parece que muchos propietarios la están ignorando. ¿No es hora de una actualización?

Con el auge del turismo, han surgido muchos buenos restaurantes, pero recibir la cuenta puede ser como abrir una caja de Pandora. Imagina pedir un plato del menú que cuesta 500 pesos y luego descubrir que debes sumarle un 18 % de ITEBIS, más otro 10 % de propina. Y no te olvides de la propina adicional, que puede variar entre un 10 % y un 15 % del total de la factura. ¡Terminas pagando 720 pesos, un 30 % más de lo que costaba el plato originalmente!

Según una encuesta en EE. UU., el 59 % de las personas están en desacuerdo con el sistema de propinas. Argumentan que las empresas deberían pagar mejor a sus empleados. Algunos incluso estarían dispuestos a pagar más en lugar de dejar propina.

Las mujeres suelen ser más generosas que los hombres, con un 71 % de ellas siempre dejando propina en comparación con el 63 % de los hombres.

Los baby boomers (mi generación) son quienes más se quejan de las propinas. ¿Pero cuándo se supone que debemos dar propina? Las propinas solían ser una forma de mostrar aprecio por un buen servicio, pero parece que se han convertido en una obligación.

 Es hora de dejar de forzar a la gente a pagar por lo que debería ser responsabilidad de los empleadores. Personalmente, suelo dejar un 10%, pero en algunos lugares de EE.UU. pueden esperar hasta un 30%. ¡En otros países visitados, dejar propina puede ser visto como un insulto!

Mi sobrino de 17 años invitó a una chica por primera vez. La cuenta ascendió a 1,288 pesos y pagó con un billete de 2000. ¿No te parece abusivo que el camarero le preguntara: «¿Quieres el cambio?» Por vergüenza, no se atrevió a reclamarlo.

 En ocasiones no preguntan, pero empiezan a buscar en sus bolsillos para sumarte el cambio y así incomodarte hasta que decides decir: «Está bien, quédese con el cambio». ¡Definitivamente se impone revisar esa ley!


Viewing all articles
Browse latest Browse all 199

Trending Articles