Diciembre, el último y más esperado mes del año, bien podría llamarse “el mes deseado”. Desde noviembre, las calles comienzan a llenarse con esa frase tan popular: “ya se siente la brisita navideña”, mientras los hogares desempolvan luces y adornos que transforman los espacios en un despliegue de colores vibrantes, llenos de una atmósfera de alegría y esperanza.
El Año Nuevo es, sin duda, una de las celebraciones más queridas de la temporada navideña. Se festeja el 31 de diciembre, en compañía de familiares y amigos, esperando con entusiasmo la llegada de la medianoche. A medida que el reloj se acerca a las 12, y se escuchan las famosas “doce campanadas”, todos nos unimos en unacuenta regresiva que culmina con el esperado cañonazo. Es en ese instante cuando brindamos y compartimos nuestros mejores deseos para el año que comienza.
Las celebraciones de ese día comienzan temprano, con la limpieza de la casa y la costumbre de regalar o desechar artículos viejos. Muchas familias también aprovechan la ocasión para pintar sus casas o comprar ropa nueva, especialmente interior de colores, que se pone al revés como parte de una tradición de buena suerte. Y si se desea viajar, la tradición dicta sacar una maleta y recorrer la casa con ella, ¡por si acaso!
Durante la noche del 31, se repiten los platos y bebidas que se disfrutan en Nochebuena, y algunas familias siguen la costumbre española de comer las 12 uvas, una por cada campanada, pidiendo un deseo con cada una.
La alegría llega a su punto culminante cuando, alrededor de la medianoche, se escuchan las tradicionales canciones de navidad sobre todo el merengue -Viejo año, qué te pasa-. y ese es el momento en que todos nos felicitamos, celebramos, y hacemos nuevos votos y propósitos de los cuales pronto nos olvidaremos.
En algunas familias, se sigue la tradición de esparcir humo de incienso con un fogón, como una manera simbólica de espantar los malos espíritus y dar la bienvenida a los buenos. Luego, después de la cena, los más jóvenes continúan la fiesta en conciertos en vivo en el malecón o en clubes nocturnos. La ciudad se llena de música, baile y alegría, siendo este el período en el que cantantes y orquestas hacen su “agosto” con las multitudes que se entregan al ritmo de la celebración. Y, por supuesto, no puede faltar el tradicional “Rally del Borracho”, una fiesta popular que, desde 1970, se lleva a cabo cada 31 de diciembre en el sector de Don Bosco.
El Año Nuevo es, sin duda, una época llena de tradición, alegría y momentos especiales, donde se renuevan los sueños y se celebra la esperanza de un nuevo comienzo.
Amigos lectores les invito a integrarse a estas fiestas Yo particularmente ya estoy ‘entregao” a las celebraciones bailando merengue, bachata, y salsa. Espero que Uds. también se unan.