Hoy celebramos el Día Internacional del Aire Puro, una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reflexionar sobre la importancia de conservar un aire limpio y saludable para el bienestar del planeta y sus habitantes. Aunque muchos países, incluido el nuestro, han firmado acuerdos internacionales para proteger el medio ambiente, los desafíos persisten, especialmente con las plantas a carbón y los vehículos de motor.
La contaminación del aire es una de las principales causas de muertes prematuras a nivel mundial. Cada año, alrededor de 7 millones de personas mueren debido a enfermedades relacionadas con la contaminación, como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y problemas respiratorios, entre ellos el asma. Se estima que, antes de 2050, las muertes aumentarán en más de un 50%. Este problema es más grave en las ciudades y zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación superan los límites establecidos por la OMS.
El aire que respiramos está compuesto en su mayoría por nitrógeno (78%) y oxígeno (21%). El aire puro beneficia nuestra salud al mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los glóbulos rojos. De hecho, hasta el 80% de las toxinas del cuerpo pueden eliminarse a través de una respiración adecuada.
A lo largo del tiempo, el aire puro ha sido asociado con el cielo azul, que es el resultado de la dispersión de la luz solar. No obstante, en muchas regiones de Latinoamérica, ver el cielo azul se ha convertido en una rareza debido a la polución, y el cielo plomizo se ha vuelto común. El aire se contamina principalmente por el monóxido de carbono (CO), un gas tóxico que se genera por la quema incompleta de combustibles fósiles.
Aunque el oxígeno que respiramos comenzó a liberarse en la Tierra hace más de 2.900 millones de años, gracias a organismos como las cianobacterias, la producción de oxígeno a gran escala sigue siendo impulsada por el fitoplancton en los océanos, que produce la mayor parte del O2 que inhalamos.
En América Latina, más de 150 millones de personas viven en ciudades con niveles de contaminación superiores a los recomendados por la OMS. La calidad del aire es un tema urgente, y solo con la acción conjunta de todos podremos garantizar un futuro más limpio y saludable para las generaciones venideras.