El 1 de diciembre, en el marco del Día Mundial del SIDA 2024, la Organizaciones de las Naciones Unidas hacen un llamado a todas las naciones de las Américas a poner los derechos humanos en el centro de la lucha contra el VIH.
Este año, con el lema «Mejor con PrEP», instan a ampliar el acceso a los medicamentos que se toman para prevenir la infección al VIH; procedimiento que se conoce como Profilaxis Preexposición (PrEP) y de esta forma erradicar el VIH como problema de Salud Pública para el año 2030.
En América Latina y el Caribe, alrededor de 2.7 millones de personas viven con VIH. En 2023, se reportaron aproximadamente 135,000 nuevas infecciones y 35,000 muertes relacionadas con el SIDA.
Este contexto resalta la necesidad urgente de prevenir y apoyar a poblaciones vulnerables, como son los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y los nacionales o descendientes de haitianos en República Dominicana, que representan casi el 30% de las personas que reciben tratamiento antirretroviral.
Lograr una carga viral indetectable es crucial, ya que permite a las personas con VIH vivir plenamente y no transmitir el virus. Ampliar el acceso a las pruebas de VIH y ofrecer PrEP son pasos indispensables en esta lucha.
Es fundamental que aumentemos el volumen de pruebas realizadas, asegurando que todos conozcan su estado y recibiendo apoyo.
Desde hace una década, el establecimiento del programa Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos (PEPFAR) ha sido crucial en la respuesta al VIH en varias naciones, incluyendo la República Dominicana. El Plan recibió el apoyo pleno de la administración del expresidente George W. Bush.
El Fondo Global creado bajo los auspicios de las Naciones Unidas también ha tenido un papel crucial facilitando el acceso a tratamientos vitales, que benefician a miles de pacientes en el país. Vale destacar que ahora es el Gobierno que adquiere la mayoría de estos tratamientos.
Los avances en la respuesta al VIH están intrínsecamente relacionados con la protección de los derechos humanos y los ataques contra estos derechos, obstaculizan el progreso. Este Día Mundial del SIDA nos recuerda que la acción colectiva y el compromiso de todos son claves para asegurar un futuro donde el SIDA ya no represente una amenaza para la salud pública. ¡Unámonos por la causa!