La boxeadora Imane Khelif es una mujer cisgénero. Nació en un país musulmán con una vagina, nunca ha tenido pene. Fue criada como niña, posee pasaporte de mujer y ha competido en eventos deportivos femeninos. Sin embargo, cuando se cuestionó su género biológico, recibió ataques y comentarios despectivos de figuras públicas y detractores nacionales e internacionales, entre ellos Trump, Milei y Musk.
La biología humana es compleja y no siempre se ajusta a categorías simples. Tradicionalmente, el género se ha asociado con los genitales y los cromosomas: XX para mujeres y XY para hombres. Sin embargo, hoy entendemos que la biología incluye variaciones como los intersexuales, que pueden tener cromosomas diferentes a los esperados para su sexo biológico. Por ejemplo, algunas personas con cromosomas XX pueden presentar características típicamente masculinas, como ocurre en el caso de ciertos hombres con infertilidad.
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Algunos críticos descalifican a las atletas con características físicas que consideran no conformes con su sexo biológico, a menudo basándose solo en la apariencia. Esto ignora la realidad de que muchas mujeres en deportes de fuerza o velocidad tienen una apariencia andrógina y, a menudo, sus características físicas pueden ser similares a las de los hombres en sus respectivas disciplinas.
Algunas mujeres con cromosomas XX han sido excluidas de competiciones debido a altos niveles de testosterona, como la atleta sudafricana Caster Semenya y la dominicana Fiordaliza Cofy. Esta situación refleja una injusticia hacia quienes, por razones biológicas naturales, tienen ventajas atléticas que las autoridades deportivas consideran desventajosas para otros competidores, es el mismo caso de los nadadores norteamericanos y los maratonistas kenianos.
Las personas transgénero, que nacen con un sexo biológico diferente al género con el que se identifican, enfrentan una lucha similar en el ámbito deportivo. En los Juegos Olímpicos, hasta la fecha, no han participado mujeres u hombres transgénero en las competencias deportivas, pero el debate sobre su inclusión sigue en curso.
El respeto por la privacidad y la dignidad de las personas intersexuales y transgénero es esencial. La diversidad en características sexuales es una parte natural de la biología humana, y cada persona intersexual tiene una experiencia única. El Comité Olímpico Internacional ha avanzado positivamente al aceptar atletas con estas características, promoviendo la inclusión y el respeto. Los abusos sufridos por Khelif ponen de manifiesto los retos que todavía enfrentan muchas mujeres en el deporte.